mi vulnerabilidad me pilló desprevenida -sinceramente creía que a mí edad ya no se podía llorar como una niña-
los días me han devuelto la sonrisa cínica -esa media sonrisa de chica dura que sé que es de mentiras pero que consigue engañar a la mayoría-
toda mi vida he intentado esconder mis rarezas en los silencios de las cosas jamás dichas -y ahora, cuando me empieza a gustar esto de no ser del todo normal (puede que con ahora me esté refiriendo a los últimos años) va y resulta que se me intenta normalizar (¿¡a mi edad!?)
y estamos a jueves, y sigo con el paso cambiado... y no me creo nada...
2 comentarios:
No te preocupes, es sólo un día raro, no olvides que venus se ha paseado descaradamente frente al sol.
No se puede normalizar la originalidad :)
Besos
Somos vulnerables ¿y sabes? creo que está bien. No me gusta la invulnerabilidad.
Un abrazo.
Mercedes.
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