no puedo bailar en puntas de pie...

no puedo bailar en puntas de pie-
nadie me lo enseñó-
(emily dickinson)

yo tampoco puedo bailar en puntas de pie...
recuerdo que de pequeña me llevaron a clases de ballet durante un tiempo; recuerdo el tutú de color rosa y lo que me gustaba (a mí y a mis hermanas) usarlo para estar por casa.
recuerdo un día que en clase nos hicieron aquella pregunta de qué quieres ser de mayor y recuerdo las risas cuando dije que yo quería ser bailarina callejera
(en mi defensa diré que lo saqué de una película)
recuerdo el drama (desproporcionado para la edad que tenía) cuando en casa me pidieron que explicara porque había dicho semejante barbaridad y como mi madre me aconsejó (o más bien me ordenó) que no dijera cosas de esas nunca más.

creo que fue aquella vez cuando entendí que los sueños es mejor no pronunciarlos... porque nadie los va a entender... porque es mejor guardarlos...

-degas-

2 comentarios:

Mercedes Ridocci dijo...

Yo sin embargo pienso que los sueños hay que darles voz y gritarlos a los cuatro vientos ¿que sería de la vida sin los sueños?

¿Sabes? mis padres querían que fuera secretaria y ya ves, en el mundo de farándula acabé (y sin haberlo preparado me ha salido un pareado)
Un beso
Mercedes

Fallen Love dijo...

Tú tienes que estar orgullosa de tus sueños, y como bien dice Mercedes gritarlos a los cuatro vientos y lo que digan los demás no importa porque los sueños son tuyos y de nadie más.