1º.
cambia las prosas que andes leyendo por poesías;
a ser posible, por poesías de conozcas,
de esas que te sabes casi de memoria,
para que los versos te atrapen
y te hagan olvidar tus penas;
y para sentirte en ese lugar seguro
en el que se convierten algunos versos
a fuerza de repetirlos.
6 comentarios:
Nada mejor que cuando la literatura te hace olvidar las penas, muy de acuerdo...
Beso
Me anoto el consejo. En caso de necesidad, don Antonio Machado suele ser de gran utilidad.
Besos
Tomo tu receta con mimo.Necesito un verso como lugar seguro donde dejar de desear con urgencia que se vaya ya febrero.Beso de mariposa
Totalmente de acuerdo contigo.
Ese lugar seguro donde podemos ser; sin más. Con silencio y paz.
Besos
Tengo que pillarte la receta que a veces me pierdo en mis propias penas..
Besos: 2
Es una receta cuyos poderes son mágicos...
;-)
Besos, ojitos.
Publicar un comentario