educaciones...

y no puedo evitar preguntarme cuándo una pasa de ser educada a simplemente tonta...
cuándo está permitido perder la educación (esa educación de colegio de monjas a la que estábamos abocadas yo y casi todas mis contemporáneas) y decir un par de verdades, que podrían pasar por impertinencias, pero que no son más que puntos sobre las íes...
matizaciones que a veces se nos hacen necesarias...
aclaraciones, que en realidad lo único que pretenderían aclarar es que no somos tontas, sino quizás demasiado educadas, pero que nos damos cuenta de las cosas, solo que callamos quizás por una educación mal entendida...
o porque no nos enseñaron como perder la educación en caso de necesidad...
mas que nada por mantener el equilibrio mental.



 

4 comentarios:

Eva Letzy dijo...

Yo es que lo de callar por educación mucho no lo entiendo. Me refiero a callar cuando lo que uno va a decir es lo que verdaderamente piensa, con respeto. Eso me parece que no habría que callarlo. Pero es verdad que en esta sociedad muchas veces nos vemos obligados a callar...

Verónica Calvo dijo...

Por educación, prudencia, porque no merece la pena entrar en una polémica... Pero si se queda atragantado, hay que aprender a decir las cosas.

Una vez más... "hablando sola" para nada.

Gracias por tus palabras :D
Ya os informaré.

Besos!!!

LA ZARZAMORA dijo...

No te calles.
Me pasé más de media vida haciéndolo.
Y lo único que se gana es darles la razón a los mastuerzos y a los predadores.
Besos, preciosa.

LaCuarent dijo...

No se, pero creo que ya va siendo hora de perder algo lo papeles y dejar colocar la palabra tonta como sinónimo de educada

Besos:6