día 21:
se me enredan las rutinas en los versos que deletreo antes de dormirme y que pierdo al despertar...
siento que bajo mi cama bailan todos mis fantasmas mientras contengo la respiración e intento conjurar los miedos que no nombro para que no se hagan realidad...
y el martes amanece gris y la humedad se me ha colado en los huesos (y en el corazón, aunque suene tan lírico que quizás no seas capaz de creerlo)
y me repito que no soy mala... es que me dibujaron así...
no soy mala... son los días que se llevan mi dulzura y me dejan esta sensación de incomprensión y de injusticia...
4 comentarios:
Desprendes calidez.
Esos fantasmas mejor no nombrarlos, tienen el don de solidificarse.
Basta con que sepamos su existencia.
Gracias por pasar por mi blog y comentar, así he podido conocerte.
Besos
¡Que bello y triste escrito!
A mí también me gusta mucho como escribes. Ese sello tuyo es muy personal, y eso no es tan fácil de lograr.
Mercedes.
PD- He leído la entrada anterior, no se si es literatura o es realidad, pero si es realidad me alegro del "alta"
Un beso.
Suena lírico pero sucede.
El corazón es muy vulnerable.
Besos.
La rutina es ya de por sí mala.
Y ¿Quién no se ha sentido así?
Besos.
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